Revista digital del movimiento asociativo Plena inclusión

Especial nuevos perfiles profesionales

Número 487. Mayo de 2024

Rubén Molano, conector comunitario: «Estoy convencido de que nuestra figura profesional debe continuar a cargo de las administraciones públicas»

Rubén Molano es uno de los conectores comunitarios de ‘Mi Casa: una vida en comunidad’, el proyecto con el que Plena inclusión está promoviendo un nuevo modelo de cuidados de larga duración para personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, basado en la desinstitucionalización y la inclusión en la comunidad. Rubén realizar su labor el el municipio extremeño de Montijo.

¿Puedes resumir en qué consiste para ti ser conector comunitario? ¿Ǫué crees que aporta a la sociedad?

Ser Conector Comunitario significa ser tú mismo, pero en tu máximo esplendor. Me refiero a esto dado que Conector Comunitario no puede ser cualquiera, hay que tener una serie de cualidades innatas en la persona con las que no cuenta todo el mundo. Creo que podríamos decir que “tiene que venir de fábrica”. Para ejercer este rol, debes ser una persona, ante todo, decidida, hablando mal y pronto debes tener “mucha cara”.

Este proyecto, sin duda alguna, supone que el plan de vida de las personas se lleve a cabo en la comunidad. Y eso es lo que hace más palanca en nuestro trabajo, el forjar relaciones recíprocas de alianzas con los activos comunitarios para que las personas puedan desarrollar su proyecto, es fundamental. No es solo conectar a las personas, es también darle un valor muy importante a esas personas que están en la sombra, y hacerles ver que son una parte muy importante, que son un activo indispensable en este engranaje.

A la sociedad le hacen falta muchos más conectores, muchas más personas que hagan de enlace de lo invisible. La historia nos ha enseñado a que eso nace de uno mismo, a que lo hagamos de manera altruista y desinteresada, a que contribuyamos a que el engranaje de la vida funcione. Pero ¿no ha llegado ya le momento de reconocer esta labor innata y ponerle nombres y apellidos? Yo creo que sí.

¿Ǫué ha supuesto para ti esta labor?

Para mi está siendo una experiencia increíble. Uno de los trabajos más gratificantes que he desarrollado durante mi carrera profesional. Este rol te posiciona en un punto de vista muy diferente, te hace ver la vida desde otro lado del prisma. Resulta muy llamativo cuándo te encuentras con personas que por las circunstancias de su pasado no han tenido ni siquiera una oportunidad para ir al cine, por ejemplo. Y ahí entras tú, y eso no tiene precio.

Las relaciones que generas con los vecinos, con las asociaciones, con los comerciantes, con la administración y los servicios, eso no te lo da cualquier otro trabajo. Y por supuesto la empatía y los valores que se generan son un punto importantísimo.

¿Ha sido difícil para ti formarte para ser conector y llevarlo a la práctica?

Yo pasé una temporada (corta, la verdad) trabajando en viviendas, y esto solo considero que ha supuesto un punto a mi favor. Para nada ha sido difícil: ni formarme ni llevarlo a la práctica. Conforme a lo anterior, considero que debería ser requisito fundamental para desarrollar el trabajo. Debes conocer de primera mano cómo funciona una vivienda, como se desarrolla el papel de los profesionales de atención directa, y estar aproximado a cómo es la realidad de las personas en las viviendas.

La formación real para este trabajo ha sido el día a día. Uno no se forma en ser Conector con las formaciones teóricas, que también son importantes, no digo que no, pero la realidad es la que te forja. No todo sale como tú esperabas y es por eso por lo que hay que tener mucha paciencia y buen saber estar, como bien dice el refrán: “las cosas de palacio van despacio”.

Si tuvieras que destacar algún momento concreto que hayas vivido con alguna persona del proyecto, con discapacidad o de la comunidad ¿Cuál sería?

Os voy a contar la historia de Manolo, que ha sido una de las personas más representativas de la comunidad a la que pertenezco, un “personajillo” del pueblo, al que todos conocen. Su vida ha dado un vuelco de 360º, y la imagen que la sociedad (entre los que me incluyo) tenía de él ha cambiado de manera significativa. Esta persona comenzó a participar de un taller de manualidades que ofrecía la Universidad Popular de nuestro pueblo. La actividad pasó de hacerse en la planta baja de las instalaciones a una planta superior. Manuel utiliza un andador, y el ascensor de las instalaciones estaba estropeado. Nos empeñamos en que tenía que arreglarse y mandamos varios escritos al Ayuntamiento. Manuel, en su afán de participar en el taller, subía las escaleras a regañadientes y con el esfuerzo físico y riesgo que eso suponía. Al final arreglaron el ascensor y Manolo no cabía en sí. Sobre todo por saber que su voz se había escuchado.

Dada tu experiencia ¿cómo crees que sería mejor y más rápida la implantación de esta figura en el futuro?

Estoy convencido de que nuestra figura profesional debe continuar a cargo de las administraciones públicas. Son los propios ayuntamientos quienes deben asumir la contratación de estos trabajadores. El papel que ejercemos en la sociedad repercute directamente en los entes públicos, y es imprescindible que entidades, asociaciones, recursos y servicios públicos comunitarios vayan de la mano. Sin lugar a dudas, la capacidad de generar relaciones de conveniencia de calidad no lo puede hacer cualquiera, por eso creo que sería un papel fundamental dentro de las propias administraciones. Pero no se debe diluir la relación con las entidades que trabajan con la discapacidad, debe ser un nexo entre ambas.

Esta entrevista es un resumen de la original, que hemos publicado en nuestra web de conectores comunitarios.
Si quieres acceder a la misma, te dejamos un enlace:

Rubén Molano, conector comunitario: «Estoy convencido de que nuestra figura profesional debe continuar a cargo de las administraciones públicas»

Fermín Núñez

Equipo de comunicación de Plena inclusión España
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