Revista digital del movimiento asociativo Plena inclusión

Especial desinstitucionalización

Número 478. Febrero de 2023

Velar para que el proceso de tránsito sea un éxito

Reportaje facilitador

Laura Rodríguez, Aroa Gallego y María José Herrera son las facilitadoras del proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’ en Extremadura. Montijo, Don Benito y Villafranca de los Barros, las localidades en las que se está desarrollando.

En Extremadura, 36 personas con discapacidad intelectual, mayoritariamente con grandes necesidades de apoyo, han transitado a viviendas en la comunidad. Comparten vivienda distribuidas en nueve domicilios, cuyo objetivo es la desinstitucionalización y prevención de la insitucionalización para incidir en el cambio de las políticas públicas orientadas a los cuidados de larga duración.

Diseñar un plan de vida personalizado, con el apoyo de su grupo de apoyo y entorno más cercano, para que la persona se adapte a su nueva vida, es esencial. “Mi casa” es un proyecto centrado en la persona, que busca empoderarla para que sea ella su propio agente de cambio.

Este proceso se lleva a cabo gracias a un rol que se está prototipando en el proyecto. La figura del facilitador nace para que el proceso de tránsito de las personas con discapacidad intelectual hacia una vida independiente en comunidad, sea un éxito.

La facilitadora vela para que la persona participe en la toma de decisiones relativas a su día a día y a su estilo de vida deseado, proporcionándoles los apoyos necesarios, mediante un acompañamiento cómplice y cercano.

Eloísa Alonso es una de las inquilinas de Don Benito. A primeros de este año se independizó. Y desde entonces, ha compartido tiempo con Aroa. La define como una persona que le ha escuchado y acompañado durante todo el proceso de tránsito y que siempre está cuando la ha necesitado.

Aroa ha acompañado a Eloísa desde el primer momento. Lo conoció cuando buscaba un cambio en su vida. Ella residía en una residencia de mayores desde hacía más de 30 años, y cuando el pasado 9 de enero le confirmaron que sería una de las personas participantes en el proyecto ‘Mi casa’, lo consideró el mejor regalo de Reyes.

La facilitadora vela para que la persona participe en la toma de decisiones relativas a su día a día y a su estilo de vida deseado, proporcionándoles los apoyos necesarios, mediante un acompañamiento cómplice y cercano.

Juntas han compartido momentos claves para desarrollar y garantizar una vida independiente y generar oportunidad en la comunidad. Aroa y Eloísa han visitado el piso en el que iba a vivir en Don Benito junto al resto de sus compañeros, ha escogido y comprado los muebles y elegido la decoración de su hogar y conocido su nuevo barrio.

Además, las facilitadoras se aseguran que las familias son acompañadas entre la incertidumbre y la alegría durante este proceso.  Aprecian la figura de la facilitadora como un apoyo durante el proceso de tránsito, ‘nos informa sobre cómo se va a realizar el proceso y nos ayuda a resolver nuestras inseguridades’, confirma uno de los familiares.

El día a día pasa por visitar las viviendas, compartir tiempo de calidad con las personas que viven, conocer la marcha de la convivencia y el estado de cada una de las personas a través del seguimiento que elabora el personal de apoyo en las viviendas. Del mismo modo, en el día a día, se acompaña y vela para que estas personas presten los apoyos desde el modelo de personalización y de desarrollo comunitario y acorde a los planes de vida de las personas. Todo este trabajo es clave desarrollarlo junto al Equipo Líder del Proyecto Mi Casa: Una vida en comunidad en la entidad, y junto al Equipo Ruta de Extremadura y comunidades de aprendizaje que se han generado a nivel estatal.

El día a día pasa por visitar las viviendas, compartir tiempo de calidad con las personas que viven, conocer la marcha de la convivencia y el estado de cada una de las personas a través del seguimiento que elabora el personal de apoyo en las viviendas.

Trabajo en equipo

Las facilitadoras del proyecto ‘Mi casa’ de Extremadura coinciden que ha sido un período de grandes retos, aportando soluciones innovadoras a los procesos de tránsito de las personas, coordinándose con los diferentes profesionales de las entidades.

La figura del facilitador tiene una especial relación con los profesionales de apoyo de las viviendas, quienes definen al facilitador como una pieza clave en el plan de vida de persona y en el papel que tienen las familias y sus referentes.

Otra figura que prototipa el proyecto es el conector comunitario. Ambos roles mantienen una estrecha relación para el desarrollo del plan de tránsito de la persona, la vinculación de ésta con su comunidad. La conexión con el entorno más próximo de la persona es fundamental.

Los facilitadores y conectores de los tres territorios trabajan mano a mano junto con la responsable de la federación del  Equipo Ruta, con el objetivo de trabajar coordinados teniendo en cuenta las particularidades de cada zona.

En definitiva, el facilitador se convierte en el eje del tránsito de la persona y su círculo de apoyo, esencial para desarrollar los buenos apoyos y un acompañamiento positivo para la persona.

María Serra

Plena inclusión Extremadura
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